domingo, 15 de noviembre de 2009

Carta a Mi mismo.

Tengo la sonrisa placentera y el brillo de los ojos similar al de los niños que han descubierto una moneda o un nuevo juguete enterrado en el patio, y no le dicen a nadie. Siento la alegría de guardar un secreto muy importante, y hasta llego equívocamente a pensar que a la gente le interesa saberlo. Pero no lo digo. Sólo me sobrepasa la necesidad de escribirlo, a ver si es que cuando lo recuerde queda algo de él.

Te parecerá extraño que la idea del secreto esté escrito para ti, así como es extraño que alguien se escriba a si mismo, pero mira, no es tan ilógico. Será difícil que la gente acierte como yo espero acertar en decir lo que pienso escribir ahora, creo que te hará sentido y si no, puedes releerlo las veces que quieras.

En verdad sólo quiero que no lo olvides jamás, así como tampoco la gente a quien se lo cuentes un día. Sé que lo harás; Si es que no has cambiado tanto como para tomar este papel y lanzarlo a la basura.En realidad no sé que tanto pueda contarte alguien a los quince años, cuando no se ha vivido siquiera lo suficiente como para tomar un par de decisiones, pero es que en verdad la gente se pasa tanto tiempo hablando acerca de lo lindo que era ser niño, y que todos se vuelven cada vez peor, un tanto más mentirosos, un tanto más egoístas, fríos, racionales, adultos y menos felices que me asusta un poco la posibilidad de saberte así en un tiempo más.

En verdad confío en que recuerdes la existencia de esta carta, que sólo puede tener sentido en un momento en que necesites recordar lo que eras, no para volver atrás, sino para dar unos cuantos pasos hacia adelante. Te confieso que al igual que Tú ahora, tengo un poco de miedo; y hasta me hubiese gustado contar en este momento con una carta como la que tienes en tus manos. Si las cosas van bien habrán pasado unos 3 o 4 años desde hoy y hasta podrás corregir las deficiencias de mi manera de escribir, estarás estudiando derecho posiblemente. Y ya no tendrás mi cabeza infantil, aunque me gustaría que la conservaras.( Aquí sonreirás si tengo razón y hasta puede que sea un poco mejor si lo estás en la U. De Chile, entonces podrás recordar que una parte de ti no ha cambiado y que estás cumpliendo la promesa que un día hiciste.)

Sé que no es Hoy, por algo buscaste la carta, pero quiero que sepas que hubo un día en que realmente sentiste esto de tal manera, que te sentaste a escribirlo para hacerte recordarlo ,aunque yo sé que la gente nunca se da cuenta de cuando es feliz, porque una manera de sentir la felicidad es con la calma y no siempre con la euforia, a veces no nos falta nada, pero ni siquiera sonreímos; y después nos largamos a la cama con la nostalgia de no haber disfrutado aquello que nos hacía sentir completos.

Evita el darle valor a las cosas después de no tenerlas y no pierdas tu tiempo en las que no tengan sentido. Acuérdate de que Hubo un día como hoy en el que explotaste de alegría y te pareció tanta que decidiste guardar un poco para después porque pensaste que te haría falta. Aunque también puede que mientras leas ahora seas feliz y no te hayas dado cuenta. Busca los días felices, e ignora a aquellos que deseen volverte los pies a la tierra, no te olvides de lo que vale la amistad y el amor, imagina, que la racionalidad sobra y los mundos paralelos son escasos.

No dejes de pensar como un niño, no madures más de la cuenta. Sigue un poco iluso, sonríe. Equivócate, vuelve a intentarlo. Llora y después límpiate la cara, aprende cosas nuevas, no seas frió si no es necesario, sal a la calle; corre y luego lánzate al pasto para mirar el cielo. Aprende a querer de verdad, cree en aquellas cosas que parecen imposibles, sé optimista, aprovecha las buenas oportunidades, aprende a perdonar, disfruta la vida y aférrate a ella que el tiempo siempre es corto. Regálale abrazos a gente que no los merezca, escribe un libro aunque no más sea por el gusto de hacerlo, y cuéntale estas cosas a todo el mundo, levántate tarde, no respetes mucho la disciplina, viaja y procura sobre todo que estas palabras sigan haciéndote sentido. Cumple tus promesas, sigue tus sueños.


Y No me lo agradezcas, que las cosquillas que tienes en las mejillas ahora pagan mi tiempo por haberte escrito esto. No cambiaste, sigues siendo el mismo. Llegaste a este papel porque aún crees en ti y en tus palabras.Ahora vete a Ser Feliz.

Sábado 4 de Febrero de 2006, 4:37 AM

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