sábado, 5 de diciembre de 2009

09 de Julio de 2009


Siempre estoy en guerra conmigo mismo, y no sé si seré el único que intenta luchar contra lo que parece inevitable, por el simple hecho y orgullo de querer distinguirse del resto, de intentar disfrutar y decir que los demás no logran ser capaces de guiarnos. Supongo también que podría tomar la forma fácil, de dejarme llevar, pero eso supondría la inconsciencia en cuanto a ser capaz de detener las cosas cuando no vayan muy bien, y vacilar mucho antes de volver a empezar o simplemente no hacerlo.

Luchar conmigo mismo a veces parece tener cierto dejo de masoquismo, de querer convencer y argumentar un poco a favor de las cosas que duelen. Aun cuando sepa cual es la solución a los problemas que me aquejan, suelo esperar para que se solucionen, o estirar la cuerda hasta cortarla a fin de evitar volver a tener que hacerles un nudo.


Lo que digo sin ser muy incisivo es que no puedo cambiar el gusto por las vidas múltiples y las muertes intensas. De Inventarse y reinventarse las veces que sea necesario, de reírse, llorar enojarse, lamentar. Y acabar mal para poder acabar, y renacer Igual de ingenuo dispuesto a cometer errores y a arriesgar un tropiezo para intercambiarlo por sensaciones que se conviertan en recuerdos.


Es una Nueva Oportunidad Para Volver a Empezar.

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