La única gracia que tiene levantarse todos los días y cumplir con la misma rutina es la esperanza, o la búsqueda de ALGO que salte la página, que sea capaz de desplazar el cansancio y los paisajes grises, aquellos en que la gente observa con desprecio a los ojerosos hombres que se desplazan a sus trabajos. Existe algo capaz de sustituir dicho ruido por casas rodantes, castillos y árboles. Existe algo, que no es dinero, poder o placer impulsado por la costumbre y el contrato social. Existe ese algo, que una vez inspiro un libro y cuya ausencia lo detuvo. Existe algo que probablemente permita dar a luz una visión poco entendible para quienes aún no lo ha encontrado.
Hoy he descubierto que los abogados son personas desagradables, y los estudiantes de derecho un poco más, lo que no es una verdad muy reveladora, debo confesar que jamás me han gustado siquiera un poco.
martes, 31 de marzo de 2009
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